Gracias por su comparecencia, pese a que se ha mostrado muy susceptible, incluso crispada, con este grupo parlamentario que representa a 34.000 asturianos. Yo respeto que quiera la oficialidad del Bable, aunque no lo comparto, nunca la tildaré de antisistema, por defenderla, ni entraré en valoraciones personales, como ha hecho usted conmigo hoy, lo que ya denota la actitud de los oficialistas a los que usted representa hoy en Asturias. Pero no daremos ni un sólo paso en esa dirección, pues la idea de este grupo parlamentario para el futuro de Asturias no es adorar las cenizas sino transmitir el fuego, como dijo Mahler. Lo he repetido muchas veces pero están obsesionados por el pasado.
Usted ha presumido de Cangas de Onis, ciudad que visito con frecuencia, esté mismo domingo. Me encanta Asturias, la adoro, y no dejo de ser menos asturianos por no creer en la oficialidad, pero ustedes si quieren clasificar a los asturianos. Yo soy del Natahoyo, en Gijón, barrio del que me siento muy orgulloso pese a haber sido abandonado por sucesivos gobiernos del PSOE, tanto regionales como locales.
Igual de respetable que es su posición con respecto a la oficialidad es la mía, eso es la base de la democracia, así que le pido más respeto por los asturianos, que son muchos, que no creen que la oficialidad sea positiva para ellos o para sus hijos, ni mucho menos para el futuro de Asturias.
Su consejería como ya introduje, es la más política de todas, pues supone una grave inflexión, en Asturias y en su propio partido, dentro del cual no existe ni mucho menos consenso al respecto de la oficialidad. Tan política es su consejería, degradando así el resto de competencias que recibe, como Turismo, Cultura o Deporte, que hemos tenido que escucharla hoy decir que se sentía humillada por tener que expresarse en Español. Nunca había escuchado a ningún político no nacionalista manifestarse en ese sentido y es un punto de inflexión, que no augura nada bueno. Hoy escuchaba a Pedro Sánchez decir que el PSOE es la izquierda que no se avergüenza de la palabra España, supongo que no compartirá el posicionamiento de una consejera del PSOE en Asturias que se siente humillada por tener que expresarse en Español. Quiero recordarle el lema de campaña nacional de su partido Ahora. Gobierno. Ahora España. No se despiste pues puede correr peligro su carrera política.
Por lo menos ha reconocido que cuando hablaba de un país extraordinario hablaba de España y no sólo de Asturias. No se si lo hizo desde la política o desde el corazón, pero es un paso hacia la buena dirección.
Hoy hemos presenciado el numerito que tenían preparado desde hace dos semanas, desde que se me consultó informalmente hace dos semanas si me parecía bien que usted hiciera su intervención en Bable, ya manifesté mi posición entonces. Usted sabía la posición de Partido Popular y de VOX y aun así quiso numerito. Tan es asi que todo estaba orquestado, que hasta traía preparado un discurso final para quejarse por la negativa de los letrados de la cámara para que pronunciara sus discurso en Bable. Ya sabía nuestra posición desde hace dos semana, y el numerito quiso montarlo igualmente. Puro márketing.
Me opondré siempre a crear barreras donde no las hay, su opción por hablar en Bable, cuando todos nos entendemos en español, y le reconozco una maravillosa dicción en Español, resulta cuando menos forzado. Y parecería absurdo esta creación de barreras lingüísticas, interponiendo intérpretes, en una cámara que no tiene necesidad de ello. No entiendo que aquí quieran imponer su lengua, cuando en el extranjero hacen todos los esfuerzos para que los entienda en la lengua nativa.
Nuestro grupo parlamentario defiende la dignidad de los humildes para poder comunicarse en la misma lengua en las montañas Asturianas y en la Gran vía Madrileña. Por eso queremos evitar que relatos como el del bable perjudiquen a los más vulnerables.
La oficialidad no busca reconocer derechos a los hablantes, busca obligarnos a los demás a someternos al medio de comunicación que ustedes elijan, lo dijo un expresidente socialista, “la oficialidad no otorga derechos a hablantes otorga derechos a una lengua a tener hablantes obligatorios”, ese es el problema que no acaban de ver. La oficialidad amable ya está contemplada en la ley de uso de 1998. Pero esta ley defiende la voluntariedad, que es precisamente lo que ustedes no quieren, la libre elección de los ciudadanos. Muchos son los hechos que lo avalan. Hoy ya son libres de hablarlo, lo que no pueden pretende es obligarnos a los demás a tener que escucharlos o leerlos en el idioma que ustedes elijan con independencia de lo que deseamos los demás. La única vía de imponernos a los demás tener que escucharlos o leerlos en bable es la oficialidad, que es lo que pretenden, no reconocer derechos, sino imponer obligaciones, para beneficiar a un pequeño colectivo.
Una oficialidad que disfrazan hoy de voluntad y amabilidad pero que hemos comprobado como ha evolucionado en toda España. Allí donde se ha impuesto la oficialidad, se genera el conflicto social y crece el nacionalismo hasta excluir a una parte muy importante de la población, que se ve sometida al dictado de los oficialistas de turno. Hasta sentirse humillados por hablar Español, eso mismo he escuchado a algunos políticos Catalanes y Vascos.
El apoyo popular no existe, más allá de una encuesta socioligüística preparada para la academia de la llingua y por un académico de la misma. Los datos son un 50% de matriculaciones en primaria en Bable, pese a que se asignan más recursos incluso que a niños con necesidades especiales. Cojo su dato para secundaria 11% cuando puede elegir, no hay academias de bable, no hay medios de comunicación en bable no subvencionados, de 25.000 escritos presentados en el Ayto de Gijón sólo 5 en bable, esa es la realidad de asturias.
Considero que nuestros hijos aprendan bable es un retroceso, cuando buscan su trabajo y su futuro hoy fuera de asturias, por la política económica de anteriores gobiernos socialistas. Ha alegado que 9 horas al mes no son tantas, casi como justificando que se podían perder ese tiempo, dijo usted que no le parecía que 9 horas fueran un robo. Es el argumento mas débil que he escuchado nunca.
Con respecto al resto de materias de su consejería ha pasado de puntillas, lo que lamento, pues esas otras facetas, Deporte, Turismo, Cultura y no la política lingüística son parte del futuro de Asturias.
Ha dedicado 5 minutos a Turismo, en media hora de exposición, 10% PIB y 45.000 trabajadores, lo que ya denota sus prioridades. En cultura ha escurrido el bulto con aquellos centros que deberían estar cerrados, como laboral centro de arte. No quiere saber nada de rutas aéreas, que corresponden a otra consejería, que todos sabemos, pero también sabemos que los aviones sobre todo traen turistas a nuestra región, no traen inversores, pues precisamente nuestra región es la que menos inversión ha atraído en toda España.
No tenemos productos turísticos potentes como región, son demasiado sectorizados. Teniendo muchos recursos, faltan inversiones en infraestructuras, aparcamientos por ejemplo, pero lo que no compete a su consejería parece no querer saber nada.
En cultura tienen un plan para el camino, pero su aplicación no resulta satisfactoria, el camino está abandonado, sobre todo el primitivo. El románico ha recibido tantos fondos como el jabalí en los últimos 4 años, llegará a recibir menos que la avispa asiática.
Le reitero las gracias por su comparecencia, quizás la he visto un poco crispada en ocasiones, le garantizo que en todo lo que creamos que el positivo para Asturias la apoyaremos, pero en la oficialidad no, porque no creemos en ella, en todo lo demás no dude en contar con este grupo parlamentario. Yo miro por el futuro de mis hijos en Asturias y por el futuro de los hijos de los Asturianos, nosotros ya tenemos un presente, quizás más frágil del que creemos, mucho pasado y menos futuro, pero todo lo que haremos lo haremos por el futuro de los que nos siguen, los del presente ya estamos condenados por políticas equivocadas.
Muchas gracias.
Considero que nuestros hijos aprendan bable es un retroceso, cuando buscan su trabajo y su futuro hoy fuera de asturias, por la política económica de anteriores gobiernos socialistas. Ha alegado que 9 horas al mes no son tantas, casi como justificando que se podían perder ese tiempo, dijo usted que no le parecía que 9 horas fueran un robo. Es el argumento mas débil que he escuchado nunca.
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